viernes, 20 de mayo de 2011

uhm-

Camille camino despacio por los pasillos de su casa, se sentia comoda pero para nada acogida, fue un gran cambio para ella marcharse de casa tan pronto, extrañaba a su madre, si lo admitia, la extrañaba a ella y sus gritos, extrañaba ver a su padre como se debatia si el 3 iba en esa columna o en la otra cada vez que hacia sudokus, extrañaba a su perro, que ladraba siempre o siempre se veia tan regalon con sus pares, extrañaba a su loca hermana, enojandose por cualquier cosa o solo gritando por algo. Su familia era cosa seria, algo de locos, pero se sentia comoda con ellos.
Camino hasta el armario junto a su pequeña habitacion rosa, saco la "caja" y busco cuanto pude la lista de cosas para ese dia. Veran, Camille, al cumplir 7 años, habia decidido irse lo mas pronto de alli, por lo que fabrico una lista si lograba hacerlo al tiempo que esperaba. No la encontre, y se sintio realmente trizte, decidio escribir, supongo que el dolor le provoco cierta inspiracion para escribir ya saben, de unicornios, ponis y Pegazo, de una princesa que necesita salvar a su amado de las manos de la arpia de la dragona y de las aventuras que debia pasar aquella doncella, hasta terminar con un final felis, en el cual siempre se invetian los papeles y ella volvia a ser la dulce paloma y esa fragil flor que necesitaba ser protegida en adelante. En esos momentos penso ir al búlevard de la calle 47, siempre estaba abierto y sus paredes, tanto como su gente, siempre tenian historias que contar. Al llegar vio rapidamente a su victima quien observaba con mucha atencion el cuadro que Mr. Green le habia regalado al dueño, Camille se sento cerca, y pudo escuchar las palabras que salian de aquel singular personaje: "- Solo queria sentir la brisa del mal, dijo Katty - solo queria recordar lo que se sentia el mar, tal vez recordarte junto a mi, pues era alli donde nuestro cuento de hadas ocurria" .  - Lo siento- dijo Camille, - pero me has dicho algo?, dijo poniendole interes a la ultima frase, sabia que el señor sospechaba que todo era un cliche, algo que Camille siempre usaba, pero era la unica forma de saber la historia de ese hombre. - Oh, disculpa- dijo él. - ah sido un error, a veces hablo solo, no te molesto mas. Y sin mas, se marcho.  - Y quien le habra mentido? - penso Camille. - Quien dijo que me molestaba su prescencia.
Que ocurria, era Camille diciendo aquellas palabras?, porque éstas sonaban mas cordiales y tiernas? O no, penso la razon, habra visto sus intensos ojos azules? - dijo preocupado.