sábado, 8 de febrero de 2014

peleas.

"No hay que llorar. Yo soy fuerte, no debo llorar" - se repetía una y otra vez, dándose fuerzas, palabras de aliento que parecía que nadie se las daría mas que su propia conciencia. 

-¡No me pidas ayuda nunca más!- había gritado su padre, "Haz la wea que queray" agregó después. La pelea había llegado a su máximo clímax, y sinceramente Amelie no quería escuchar los insultos que vendrían luego de eso. ¿Acaso no era suficiente la fuerte angustia que sentía ella por no saber lo que quería para su vida?
- Te juntas con puros perdedores que te meten weas en la cabeza.
- ¿Tu creí que te vamos a estar pagando la Universidad por todo el tiempo que queray y cada vez que deciday que no te gusta la wea? No po ...

¿En qué momento empezamos a hablar de Amelie? ¿Acaso no le habían preguntado a su hermana menor que es lo que quería para su vida? Tantas preguntas y para ninguna existía una respuesta concreta.

Hace días Amelie llego a la habitación de su hermana mayor y le expreso su deseo de renunciar a su carrera universitaria. Entenderan el asombro de su hermana cuando supo de tal "alocada" noticia.
- ¿Mi papá sabe?
- No
- ¿Mi mamá sabe?
- No
- ¿Y qué es lo que vay' a hacer?
- No lo sé - rompió en llanto Amelie.

Ya era hace un año cuando le preguntaban aquello, que qué haría en su vida. Ella siempre contestaba que no lo sabía, que no se veía en nada a futuro, que con suerte sabía que es lo que iba a hacer mañana. Ella siempre lloraba por el mismo tema.